Peña Ulaña, un rincón fascinante en el Geoparque de Las Loras

La alargada lora de Peña Ulaña se alza, por encima de los 1.226 metros, entre las localidades burgalesas de Humada, San Martín y los Ordejones. La cima es una superficie plana, de cuatro kilómetros de largo por dos de ancho, que constituye una formidable atalaya desde la que se divisa un amplio territorio.

JAVIER BASCONCILLOS

Los restos arqueológicos se distribuyen por toda la planicie, pero alcanzan su mayor concentración en el extremo que se alza sobre el pueblo de Humada, donde se localizan los vestigios de un importante asentamiento celta. Es posible acceder hasta lo alto de la meseta meridional por un camino de tierra que parte de San Martín de Humada.

Las evidencias arqueológicas abarcan una superficie de 586 hectáreas, de las que la mitad se encuentran sobre una plataforma un poco más elevada, dividida transversalmente por un muro de piedra y rodeada por un cinto que hace las veces de foso natural. Otra muralla bordea los cortados calizos del flanco norte, los más accesibles, mientras que el resto del perímetro está bien protegido por la propia altura de los farallones.

En el borde oeste, frente a la localidad de Ordejón de Abajo, se levanta un gran bloque calizo, desgajado de la Peña Ulaña, conocido como Peña Castillo, que dispone en su inexpugnable cima de una plataforma de unos 150 metros de diámetro, rodeada de escarpes de más de 20 metros de altura y cuyo único acceso es el tajo que la separa de la lora y que completa el sistema defensivo.

En el interior de los muros se han localizado 267 estructuras, con formas circulares y rectangulares, pertenecientes a distintas viviendas. Los materiales arqueológicos más antiguos han sido datados en la transición del Hierro I al II, aunque la mayor parte corresponden a la II Edad del Hierro, llegando hasta finales del siglo I a.C. El conjunto da lugar al castro de mayor extensión de la Península Ibérica y a uno de los más grandes de Europa.

La extraordinaria panorámica que ofrece Peña Ulaña permite dibujar, en los días claros, el perfil de las montañas cantábricas, hacia el norte, y el de las estribaciones de la Cordillera Ibérica, hacia el sureste.

Para más información: Las Loras. Memoria de la tierra