El oppidum de Monte Bernorio

El oppidum de Monte Bernorio es uno de los yacimientos de la Edad del Hierro más importantes del norte de la Península Ibérica. Este núcleo estuvo habitado unos nueve siglos, desde el final de la Edad del Bronce hasta el final de la Edad del Hierro. Fue atacado, conquistado y destruido por el emperador Augusto en las campañas de los romanos contra cántabros y astures.

JESÚS F. TORRES, ANTXOKA MARTÍNEZ Y MARIANO LUIS SERNA

El oppidum de Monte Bernorio está situado en las inmediaciones del pueblo de Villarén, en el sector oriental de la Montaña Palentina. Oppidum es una palabra latina que significa “fortificación, plaza fuerte o ciudad fortificada”. Este núcleo ocupaba la parte superior de la montaña del mismo nombre, una plataforma plana de caliza de grandes dimensiones con forma arriñonada. Desde lo alto de este emplazamiento se controla una importante intersección de vías de comunicación naturales que unen ambas vertientes de la Cordillera Cantábrica por su lado central. En sus inmediaciones discurre otra importante vía de comunicación natural que permite recorrer el piedemonte cantábrico en el eje este-oeste por su fachada meridional. También se sitúa en una posición estratégica ventajosa para acceder a las cabeceras de las cuencas de los ríos Ebro y Pisuerga.

Esta privilegiada situación geográficas ha convertido la montaña del Bernorio en núcleo de referencia para los grupos humanos a lo largo de la Historia. Hay materiales que indican la existencia de ocupaciones de época neolítica (6000-3000 a.C.) en las proximidades del Bernorio, pero no se han localizado todavía poblados de este momento. Las primeras ocupaciones constatadas son de época calcolítica (3000-2000 a.C.) y se sitúan en distintos sectores de sus laderas. Sabemos que en las inmediaciones de la cima había en este momento al menos un poblado y su necrópolis, así como otros posibles asentamientos menores. El primer establecimiento permanente en la cima del monte (a partir de los materiales arqueológicos) comenzaría al final de la Edad del Bronce (900-800 a.C. aprox.). Se han localizado materiales de esta época en dos de las tres zonas excavadas. Esto podría indicar que en este momento ya existía una ocupación muy extensa, o tal vez se trataba de una ocupación discontinua, como una serie de aldeas dispersas, en distintas áreas de la cima del Bernorio. Sea como fuere, a partir del siglo VIII a.C., aproximadamente, este núcleo creció hasta adquirir enormes proporciones y se transformó en un referente geográfico y territorial.

Al final de la Edad del Hierro (siglos III-I a.C.) el oppidum de Monte Bernorio era una verdadera ciudad fortificada, protegida con un potente sistema defensivo. Su ubicación, en una encrucijada de estratégicas vías de comunicación, determina su crecimiento y su importancia política dentro del entorno de las culturas agro-ganaderas y guerreras que conocemos en el ámbito céltico de Europa occidental.

La conquista de esta zona de la Península Ibérica por Roma determinó el final de este oppidum. Las evidencias arqueológicas indican que fue atacado y destruido por fuerzas romanas en la ofensiva que dirigió Augusto contra la zona meridional del territorio de los cántabros. Pero después de su destrucción su valor estratégico hizo que fuera ocupado de nuevo, esta vez por un fuerte romano del tipo denominado genéricamente castellum. Este establecimiento militar, de tamaño más pequeño que el núcleo indígena, sirvió para controlar los pasos naturales y su montañoso territorio durante al menos varias décadas.

Para más información: Colección de Historia Montaña Palentina, número 7